El
lugar de partida fue el templo de la Iglesia San Luis, cada Parroquia aportó la
imagen de su Patrono. Luego de la Misa en Catedral, Monseñor Radrizzani leyó un
documento emitido con relación a los hechos de violencia ya conocidos.
Transportada por integrantes del Centro de Gendarmería de con asiento en
nuestra ciudad, la Imagen de la Virgen de la Merced marchó en procesión desde
la Parroquia San Luis Gonzaga hasta la Basílica Catedral de nuestra ciudad
donde una importante concurrencia la aguardaba con pañuelos en sus manos.
Antes de la llegada de la Virgen lo habían hecho
las imágenes de cada uno de los Patronos de las diferentes Parroquias de la
ciudad.
Ya en el interior del tempo y con imagen de la
virgen ubicada en su lugar natural junto al altar mayor de la Basílica, el
Arzobispo de Mercedes-Luján, Monseñor Agustín Radrizzani se encargo de celebrar
la Santa Misa, la que tal vez iría a tener su momento de mayor expectativa en
la homilía debido a que muchos pensaron que iba ser la oportunidad propicia
para que desde lo más alto de la conducción eclesiástica de la ciudad y la
región hacer referencia a los hechos de violencia que están ocurriendo en
Mercedes y en general en todo el país, pero no fue así ya que el Arzobispo de
Mercedes-Luján se limitó a entregar una homilía basada en el texto evangélico
leído remarcando su llamado a la unidad de todos junto a Nuestro Señor
Jesucristo.
Pero
la mención de lo ocurrido con Jonathan no fue ignorado ya que llegado el
momento de dar a conocer las intenciones de la celebración se pidió por el cese
de la violencia, por el descanso eterno de Jonathan y por la reconversión de
los autores del hecho, algo que fue reiterado instantes antes de concluir el
oficio religioso cuando el Párroco de Catedral tras gradecer a todos quienes
con su colaboración hicieron posible la concreción de los actos realizados
durante las presentes fiestas patronales, sostuvo que Monseñor Agustín
Radrizzani iba a leer el comunicado que el Arzobispo y los sacerdotes de
Mercedes habían emitido como consecuencia de los hechos que culminaron con la
muerte de Jonathan.
Durante la lectura efectuada por el Arzobispo
Agustín Radrizzani, al leer uno de los párrafos, saliéndose del texto original
hizo un llamado muy especial al mencionar los montos que en principio los
jóvenes habían gastado en las celebraciones del Día de la Primavera.
El comunicado leído por el prelado dice de manera
textual “nos duele profundamente nivel de agresión que se vive en nuestra
sociedad. Si bien es una manifestación más de la violencia generalizada no
podemos por ello anestesiar nuestro corazón. Nos comprometemos e invitamos a
todas nuestras comunidades a orar por Jonathan Villalba, por su dolorida
familia. El arrepentimiento y la conversión de sus agresores.
Invitamos asimismo a los padres de familias y a los
educadores a proyectar con los jóvenes una primavera del 2011que sea una fiesta
de la vida y no tener que lamentar estos tristes episodios que nos destruyen como sociedad
También
hacemos votos para una mayor austeridad en los gastos de los festejos, (yo
escuché hablar, después no tengo pruebas, de 10 mil, 15 mil, veinte mil,
treinta mil pesos para una finca, el conjunto de música, las bebidas, etc., tal
vez exagero pero yo escuché hablar de eso, y es una bofetada para toda la masa
de gente a la que le cuesta llegar a fin de mes) sea menos ofensiva para
nuestros hermanos que padecen necesidad.
Que la Virgen de la Merced
interceda ante su hijo Jesús para liberarnos de las esclavitudes del egoísmo y
podamos gozar del amor de hermanos que nos consignó Cristo con su muerte en la
Cruz por todos nosotros”
.