Los trabajadores de las diez cooperativas tienen tarjeteros para marcar su llegada y salida • Hubo 74 bajas, de las cuales más de 50 fueron por incumplimiento • UN capataz y una administrativa coordinan el control.Durante el mes de enero la ciudad se vio “invadida” por más de 400 trabajadores, integrantes de las
cooperativas, que están desperdigados por los
cuatro puntos cardinales de la ciudad realizando labores de diversa índole.Estos nuevos mercedinos sumados al mundo laboral forman parte de cooperativas de trabajo que se conformaron gracias a un convenio firmado entre el municipio y el Ministerio de Desarrollo Social de Nación.Es así que desde fines del año pasado estaban ya cumpliendo labores algunas de ellas, pero el fuerte desembarco en la ciudad de este programa de trabajo se dio a partir de enero con la conformación de diez nuevas cooperativas. Pero al margen de todo, las dudas que surgen en la población tienen que ver con el funcionamiento interno y la existencia de control sobre estos trabajadores.Es por eso que el director Matías Galiani dio precisiones sobre cómo funcionan internamente estas cooperativas. “En la entrada al Unzué sobre la calle 28 hay un depósito de herramientas que utilizan estos obreros y además hay diez tarjeteros que marcan el horario de trabajo. Todos los días los integrantes de estas cooperativas marcan al inicio de las tareas a las 6 de la mañana y luego a las 14 cuando se retiran”, dijo el funcionario.Vale decir que cada cooperativa cuenta con un capataz que sigue de cerca el cumplimiento de los trabajadores y además cada cooperativa tiene una empleada administrativa que lleva adelante el control a través de planilla, donde figura el cumplimiento o no de las actividades. “Igualmente hay cuadrillas que cumplen fuera del horario de mañana. Por ejemplo los que pintan en la vía pública lo hacen en horario nocturno”, aclara Galiani. Severidad con incumplidoresLas reglas están claras y dentro de las mismas cooperativas son los trabajadores que vigilan con recelo que todos las cumplan. A las tres faltas o retiradas sin permiso ni justificación del lugar de trabajo se les da la baja del plan y se genera el cupo nuevamente para que otro ocupe su lugar.“Nosotros llevamos un control pero también queremos que la gente nos ayude a realizarlo. Hay una oficina de reclamo dentro de las instalaciones del Unzué, pero también se puede llamar al 434900 434901, interno 22. Necesitamos que nos den sugerencias o denuncien alguna actividad que se no se corresponda con lo que tienen asignados los trabajadores de las cooperativas”, aseguró Matías Galiani.Es tan así el
control que no queda sólo en palabras, sino que ya se ha hecho efectivo. Actualmente se han dado de bajo 74 planes por incumplimiento o renuncia. Algunos de ellos se deben a que consiguieron otro trabajo y decidieron dejar de lado el beneficio con el que contaban, pero más de 50 se deben a trabajadores que no cumplieron con las normas establecidas. “Hoy trabajan en distintas actividades más de 400 personas y la idea es llegar a más de 500 en el corto plazo”, dijo Galiani.Sobre las actividades que se realizan, el director fue claro: “Queremos llegar a lugares donde la Municipalidad no puede; por ejemplo colaboramos en el desmalezamiento, campaña del dengue, trabajamos en el mejoramiento habitacional, y construcciones varias”.