
Dejando de lado cierto tipo de bacterias, el resto de los
seres que habitan este planeta necesitan
aire para vivir. El hombre no escapa a esa necesidad
y para él representa un elemento aún más
vital que el agua y los alimentos
: a
diario nuestros pulmones filtran unos
15 Kg. de aire atmosférico, mientras que sólo
utilizamos menos de
2,5 Kg.
de agua y
1,5 Kg.
de alimentos.
A pesar de esto y particularmente a los mercedinos
¿realmente nos preocupa el aire que respiramos? Nadie puede negar que nuestra
ciudad crece día a día hacia adentro y hacia afuera. Hacia adentro porque - en
muchísimos casos y como salida rápida y económica- ante una necesidad imperiosa
de vivienda se construye utilizando el 40% de espacio libre correspondiente a
otra ya existente, desvirtuando lo que se debió haber conservado precisamente
como parte del “pulmón de manzana” (antes ocupado por arbustos o frutales) y
provocando mayor aglomeración en el radio céntrico. Recordemos que según las
ordenanzas no se puede hacer ninguna construcción cubierta o semi-cubierta en
el “pulmón de manzana”.
Mercedes crece
también hacia afuera, dado que se extiende irrefrenable “devorando” la zona de
quintas con loteos y nuevos barrios, que hacen desaparecer montes, sembradíos y
pastizales, fuente del vital oxígeno.
A lo expuesto le debemos sumar un incremento espectacular en
el número de vehículos que circulan por nuestra ciudad: automóviles, camiones
de reparto, ómnibus, ciclomotores y motocicletas, liberando a la atmósfera sustancias
nocivas para el medio ambiente, en concentraciones que también afectan la salud
humana. Las emisiones, que provienen en su mayoría de los gases de escape y varían
según el combustible utilizado -diesel o
gasolina-, se componen de monóxido de carbono, hidrocarburos, óxido de
nitrógeno, hollín, hidrocarburos condensados y compuestos de azufre.
El arbolado público debe mitigar los efectos dañinos de esa
contaminación atmosférica. Sin embargo, hoy está siendo diezmado por vecinos
irresponsables que -con la excusa de reparar las veredas- arrancan ejemplares
añosos, siendo que podrían evitar los deterioros provocados por las raíces con
un simple encofrado alrededor del tronco. Así, frondosos árboles que brindan el
oxigeno y la sombra necesaria, son reemplazados por especies de “poco y lento”
desarrollo, que no cumplirán en absoluto con la misma función. En otros casos,
se los mutila de tal forma con innecesarias “podas”, que quedan impedidos de
brindarnos cualquier beneficio.
Pero el municipio tiene la oportunidad única y quizá
irrepetible de hacer frente al tremendo impacto que genera este progreso “algo
desordenado”. A su vez, podrá demostrar su visión y madurez, al planificar y obrar con inteligencia pensando
en el futuro y en el bienestar de la población.
Nuestra ciudad se encuentra casi dividida en dos, por un
amplio predio ferroviario desafectado ubicado entre Av. 29, Calle 45, Calle 10
y vías del Ferrocarril Domingo Faustino Sarmiento. En su momento, el Organismo Nacional de Administración de Bienes
–que no quiso ceder la propiedad, pero sí el usufructo- estuvo de acuerdo en
que el municipio dispusiera de los terrenos como “espacio verde” y lugar de
esparcimiento y práctica de deportes al aire libre. El acuerdo no prosperó, y
hoy varias familias han usurpado parte del lugar y se talaron algunos de los eucaliptos
centenarios que se debieron preservar por su inapreciable valor histórico y
ambiental. Como si esto fuera poco, violando todas las disposiciones, se usó un
gran sector como depósito de tierra greda, escombros de variado tipo, más los
restos de alquitrán resultado del asfaltado de calles, y algunos inadaptados ya
lo toman como basural. Cabe agregar que los bomberos deben concurrir
periódicamente, por los incendios intencionales que allí se producen.
La
Ordenanza Nº 4.451/96 sobre Protección de bienes Culturales y
Naturales, señala al Gobierno Municipal como responsable y protector de dichos
bienes ubicados en territorio del Partido de Mercedes, por lo cual debería
iniciar de inmediato gestiones para poder hacer uso legítimo de este predio, recuperarlo y convertirlo en un gran parque
céntrico, el “pulmón” que en poco tiempo necesitará la ciudad y un lugar
para reencontrarse con la naturaleza, abierto a toda la comunidad.
Mercedes puede marcar un rumbo y sentar un precedente,
anticipándose a los graves problemas de polución atmosférica que pronto
deberemos enfrentar. El gobierno comunal debe actuar ahora, para que ese sector
cumpla con una función que beneficie a la salud de todos.